Bienes inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz

En este blog se reune la información disponible sobre los distintos bienes ubicados en el término de Bujalance y que se encuentran inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz ( http://www.juntadeandalucia.es/cultura/web/publico/areas/minisitio.jsp?idA=5&men=1&pagc=5_1_0catageneral.jsp ).

martes, 15 de diciembre de 2009

El Tesorillo


El Tesorillo se encuentra inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como un yacimiento donde abunda la cerámica medieval y en el que también se ha detectado material romano. Se ubica entre el camino de la Aceña y la carretera a Montoro, cerca del nudo de la circunvalación. En el mapa de la figura se delimita, en azul, el contorno que define este yacimiento, tal como aparece en el BOJA del 14/01/2004. En estos días hemos visitado el lugar y su entorno, que trataremos de interpretar en relación con las fuentes históricas de que disponemos.
El Tesorillo es un yacimiento particularmente rico en fragmentos cerámicos de época medieval, que se extienden por toda la ladera meridional y oriental de un cerro amesetado que alcanza una cota de 342 metros, y que pensamos que pueda tratarse del que antiguamente se conocía como cerro del Alcaparral. El camino de la Aceña lo separa de los cerros de San Bartolomé, de similar cota. Por su ladera oriental desciende hasta el camino de Fuente Agria (el antiguo camino a la Aldea del Río), en la zona de Palo Muerto. Contemplado desde aquí se muestra como un cerro imponente.
La extensión de los restos es mayor que la que aparece indicada en el recinto del catálogo, y alcanza la ladera oriental, hasta más allá de la carretera de Montoro (mostrada con línea roja de trazos en la figura). A medida que coronamos la cima del cerro disminuye la densidad de fragmentos cerámicos, pero aparecen, amontonados en los pies de los olivos, grandes bloques de piedra calcoarenita, muy posiblemente utilizados como materiales constructivos. En la zona hemos encontrado una extraordinaria abundancia de restos de piedra de molino de grano, y una que se conservaba íntegra. Se trata de una pieza de unos 60-70 cm de diámetro y unos 5 cm de grosor, con una perforación en su centro, donde iría el eje de rotación, y otra, menor, en la periferia. Apareció también una piedra de molino de mano de vaivén, junto a un fragmento de tégula romana que mostraba restos de recubrimiento. En la zona encontramos también restos de escoria de fragua, con tonalidades violáceas, que delatan actividad relacionada con el trabajo de los metales.
La línea de torrentera baja del cerro formado una profunda cárcava que desagua justo enfrente del pozo de Palo Muerto. Es en esta zona donde podemos imaginar que los primeros habitantes del Tesorillo buscarían su aprovisionamiento principal de agua. Quedémonos en este punto del camino a la Aldea Real. Muy cerca de aquí apareció en 1616 la tumba romana de Euce: “Hallóse en el camino real que va de Buxalance á Aldea del Río. Descubrióla una grande inundación que llevó el arroyo que va cerca del camino real, con las corrientes del cerro llamado Tirador”. Al removerla se encontró una urna de plomo, una pátera y un jarro con dos asas. Un poco más adelante salía un camino que subía hacia el Alcaparral, y que aún aparece en los mapas Topográficos. Sería en este lugar, donde el camino “hace cruz”, o tal vez, algo más adelante, en su cruce con el camino de los Almendros, donde apareció la famosa basa de estatua con la epigrafía que hablaba de la tribu Quirina: "En el sitio llamado Peropalomuerto, entre los dos caminos que hacen cruz, no lejos de donde se halló el sepulcro de Euce, estuvo una basa y dedicatoria de estatua con una excelente escritura romana”. También en esta zona apareció la fuente del Alcaparral: “En el camino Real donde se descubrió el sepulcro de Euce [se halló el año de mil y seiscientos y doce, poco más o menos, una insigne fábrica Romana, tenía poco más de vara de medir de ancho, y un tercio más de largo; era toda de piedra mampuesta , muy bien labrada: a penas la descubrieron , cuando arrojó tan grande golpe de agua dulce y regalada, que aunque se procuró agotar, no pudo”. Por la descripción pensamos que debería tratarse de una fuente conectada a una galería drenante o qanat que, muy probablemente, seguiría la línea de la torrentera (véase la referencia a Miquel Barceló en Qanats, en este blog). En el mapa de la figura hemos indicado, a título orientativo, estas importantes referencias de época romana.
Fray Salvador Laín tenía reconocido el yacimiento romano del Tesorillo, que incluía en su lista de los ocho villares romanos.
La ocupación de la zona tuvo su continuidad en la edad media, aunque en algún momento se perdió el uso y la memoria de la fuente del Alcaparral (aunque no del todo, pues en 1612 unos moriscos indicaron a los frustrados buscadores de tesoros dónde excavar). La ocupación humana podría haber perdurado hasta avanzado el siglo XVII, pues Fray Cristóbal (1657) nos habla del arrabal de San Bartolomé, junto a la ermita homónima. En nuestros paseos por los cerros de San Bartolomé no hemos encontrado hasta ahora evidencias de un asentamiento, por lo que no descartamos que el arrabal a que se refiere Fray Cristóbal estuviese en la zona del Tesorillo.


Aspecto general del yacimiento del Tesorillo, con gran abundancia de restos cerámicos.



Piedra de molino de grano, de unos 60-70 centímetros de diámetro y unos 5 de grosor.


Fragmentos de otras piedras de molino de grano, que abundan en la zona.



Piedra de molino de mano, de vaivén, junto a un fragmento de tégula romana.




Restos cerámicos, bloques de piedra utilizadas como materiales constructivos y escoria de fragua (abajo a la izquierda).

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